El
24 de diciembre de 1968, a bordo del Apollo 8, el coronel Frank Borman tomó la
cámara y apuntó a la tierra. Detrás de la luna gris cráter, retrató mares y
continentes en una imagen, nubes y tornados en un parpadeo y transformó un
mundo que desconocía. A partir de esa fotografía que comprobaba que no sólo no
éramos el centro del universo sino un acuario del tamaño de una canica, la gente
se preocupó por el planeta y sus habitantes, y percibió su insignificancia.
Este efecto de perspectiva transformó al humano. Esta novela se trata de
ciertos personajes que comparten la pecera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario